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El tembetá en la cuenca del Limarí

Tembetá del tipo cilíndrico recto

La vestimenta y los adornos han sido parte de la vida cotidiana de la humanidad desde los albores de la historia. Para la arqueología constituyen testimonios materiales de suma importancia, pues, junto con informar sobre aspectos económicos, tecnológicos y culturales de una sociedad, expresan la identidad individual de sus portadores y el lugar que estos ocuparon dentro de una comunidad.

Las investigaciones arqueológicas en el Norte Chico han recuperado una amplia variedad de estos ornamentos, los cuales presentan características, usos y contextos variables a lo largo del tiempo. Dentro de ellos se destacan adornos metálicos como brazaletes, placas pectorales y anillos, collares de cuentas minerales y malacológicas, y elementos tales como aros, orejeras y tembetás.

El tembetá es un artefacto de ornamentación y modificación corporal que se lleva comúnmente bajo el labio inferior. Aunque varía considerablemente en forma y tamaño, por lo general se compone de un cuerpo (extremo distal) que atraviesa la piel del labio y de una base (extremo proximal) que mantiene la pieza sujeta a la boca, permaneciendo en contacto directo con los dientes y la mandíbula del portador. El uso de estos artefactos se ha registrado en distintas culturas y lugares del mundo, tanto en contextos arqueológicos como entre grupos etnográficos, sin que sus significados hayan sido esclarecidos del todo.

Aunque la presencia de tembetás en Chile se extiende desde los pueblos del salar de Atacama por el norte hasta la zona de Renaico (Región de la Araucanía) por el sur, es en el Norte Semiárido donde registra las particularidades más notables: en efecto, se lo considera un elemento definitorio de las poblaciones que habitaron esta zona durante el Período Alfarero Temprano -caracterizado por el complejo cultural El Molle (0 a 800 d. C.)-, ya que las evidencias de su uso se concentran únicamente durante este lapso.

Diversidad de formas, colores y materialidades

El Museo del Limarí conserva 21 tembetás provenientes de distintos sitios de la cuenca del Limarí, sus afluentes y quebradas cercanas, tales como Los Molles, Planta Lechera, Las Cardas, Altar Alto y Valle del Encanto. En su mayoría se trata de donaciones de privados, hallazgos o piezas obtenidas en excavaciones antiguas, por lo que no se dispone de mayores antecedentes respecto de sus contextos o asociaciones con otros elementos del registro arqueológico.

La colección refleja la gran diversidad de formas, tamaños, colores y materialidades que caracteriza la producción material de la cuenca del Limarí -cualidad que no se observa en otros territorios del Norte Semiárido-. Desde el punto de vista morfológico, la muestra contiene 11 tipos de tembetás, entre los cuales no solo se incluyen los más comunes, como el discoidal con alas y el cilíndrico, sino también variantes exclusivas de esta cuenca, como los tipos botellita recto y botellita curvo, plano, lobulado, cónico y fusiforme. Algo similar ocurre con las materias primas, cuyo repertorio incluye una amplia variedad de rocas multicolores -combarbalita, mármol y diversas piedras talcosas, presumiblemente todas de origen local- y, en menor medida, cerámica y huesos de animales.

El uso de estas piezas, sumado a las representaciones antropomorfas plasmadas en este período tanto en el arte rupestre como en las vasijas cerámicas, sugiere que los grupos Molle dieron gran importancia a la parte superior del cuerpo, en especial a las cabezas. Si bien las investigaciones sobre este artefacto aún se encuentran en una etapa inicial, su estudio podría entregar pistas sobre diversos aspectos de la vida de las poblaciones alfareras tempranas, tales como sus estrategias de diferenciación social y la forma en que las personas percibían y representaban la propia corporalidad.

Descarga el artículo completo "Más que simples adornos: Una nueva mirada a la colección de tembetás del Museo del Limarí", por Rolando González.